¿Por qué es fundamental la respiración consciente?
Está claro que todos respiramos, pero no lo hacemos de forma consciente. El motivo de toda práctica de plena consciencia es llevar nuestra atención a nuestra inspiración y espiración.
Es fácil decirlo, pero el ritmo del día a día a veces nos impide hacerlo de forma regular
A menudo nos ocurre que nuestro cuerpo está en un espacio y nuestra mente en otro. Dirigir la atención a nuestra respiración permite que la mente regrese a nuestro cuerpo. Facilitando que estemos plenamente presentes en el aquí y en el ahora.
La respiración consciente es como tomar un vaso de agua helada. Al respirar sentimos una bocanada de viento llenando nuestros pulmones. No requerimos mantener el control de nuestra respiración. La sentimos de la misma forma que es. Podría ser extensa o corta, fuerte o superficial.
A la luz de nuestra consciencia, la respiración se dará de manera natural más lenta y más fuerte. La respiración consciente es la clave para juntar cuerpo y mente y traer la energía de la plena consciencia a cada instante de nuestra vida.
Nuestra respiración puede verse afectada por nuestro estado de ánimo, es importante volver a ella y si por algún motivo nos sentimos arrastrados, sumidos en una intensa emoción, o atrapados en los pensamientos sobre el pasado o el futuro, tenemos la posibilidad de volver a nuestra respiración para recoger y anclar nuestra mente.
Práctica de la respiración consciente
A medida que inspiras y espiras, siente el flujo de aire entrando y saliendo de la nariz. Al principio puede que tu respiración no sea relajada. Pero después de poner en práctica la respiración consciente, al rato, sentirás cómo esta se vuelve más ligera y natural, más calmada y tranquila.
Puedes ponerla en práctica en cualquier momento, también cuando realizas una tasca en concreto, o viajando en bus, haciendo las tareas del hogar, escribiendo en tu ordenador, o realizando cualquier otra cosa, puedes volver a este espacio de tu cuerpo, una tranquila fuente de vida.
Después de algunas respiraciones, puede que quieras acortar esto a: ‘dentro, fuera’. A medida que tengas tu atención centrada en la inspiración y la espiración, tu mente dejará de pensar.
En ese momento tu mente tendrá la posibilidad de dormir, de descansar y de desconectar. Es muy habitual que los pensamientos se amontonen y se sobrepongan unos a otros y la respiración consciente te permite “dejar de pensar” y calmar la mente.
Se trata de percatarse de que estás inspirando y espirando. Una vez que inspiras y llevas la atención a tu inspiración, traes tu mente de regreso a tu cuerpo.
Una vez que la mente y el cuerpo van de la mano, juntos y en consonancia, puedes habitar en el presente.
La vida está en ti y a tu alrededor –la vida con cada una de sus maravillas: el sol, el cielo azul, las hojas rojas de otoño. Es primordial ir al hogar del instante presente para entrar en contacto con los recursos sanadores, refrescantes, y nutrientes de la vida que hay en tu interior y a tu alrededor.
Inspirando, reconozco el cielo azul, espirando, sonrío al cielo azul
Puedes acortar esto a ‘cielo azul’ al inspirar, y ‘sonreír’ al exhalar. Luego ‘hojas otoñales’ al inspirar, y ‘sonreír’ al exhalar. Una vez que practicas la respiración de esta forma, te pones en contacto con cada una de estas maravillas de la vida.
La belleza de la vida está nutriéndose. Te liberas de tus miedos y preocupaciones. Tu cuerpo es una maravilla. Tus ojos son una maravilla; con solo abrir los ojos puedes tocar el paraíso de las maneras y los colores.
Tus oídos son una maravilla. Debido a tus oídos puedes oír todo tipo de sonidos: la melodía, el canto de un pájaro, y el aire soplando por medio de los pinos. Una vez que pones atención a tu inspiración y espiración, regresas al hogar del instante presente, al aquí y ahora, y te pones en contacto con la vida. Si continuaras perdido en el pasado o corriendo hacia el futuro, te perderías todo lo mencionado.
Al principio, puede que tu respiración la notes un poco forzada o extraña. Tu respiración es consecuencia de tu cuerpo y de tus sentimientos. Si tu cuerpo tiene tensión o dolor, si estás experimentando sentimientos dolorosos, tu respiración se sentirá afectada. Pon atención a tu respiración y respira plenamente consciente.
Jamás fuerces la respiración. Si no es tranquila, déjala que sea de esta forma. Nos limitamos a percatarnos de eso, y tras un tiempo la calidad de nuestra respiración mejorará de manera natural.
Te sorprenderá que tras uno o dos minutos la calidad de tu respiración mejorará. Tu inspiración se va a hacer más fuerte; tu respiración se va a hacer más lenta.
Una vez que notes que tu inspiración y espiración se hicieron más tranquilas, profundas y lentas, tendrás la posibilidad de dar tranquilidad y armonía a tu cuerpo. Ahora es tu posibilidad de retornar al hogar de tu cuerpo, reconocer su vida, y hacerte amiga de él.
Todo esto ayudará a reconocer y detectar tus sentimientos y emociones.
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