¿Quieres iniciar un proceso de autotransformación? Te muestro las etapas
Iniciar un viaje de autotransformación implica activar en tí al observador, o lo que es lo mismo, poner atención en tiempo presente, a tus pensamientos, sentimientos, reacciones y sin juzgarlos, empezar a dar un sentido diferente a lo que hasta ahora te había llevado a emitir juicio, hacia tí mismo o hacia el entorno, y poco a poco ir consiguiendo estar más presente y dejar de reaccionar desde una posición de víctima o perpetrador para llegar a ser el dueño de tu propio destino.
Comienza de forma muy sutil, pero a medida que vas avanzando se rompen patrones de creencia que ya no tienen utilidad y se empieza a experimentar una mayor libertad, que conduce a la alineación con el ser.
La sensación de libertad y de poder conectar con tu sabiduría interna, te ayudará a descubrir que también puedes ser ejemplo para otros.
Se trata de un proceso que abarca todas las dimensiones del ser, desde el nivel físico, mental, emocional, hasta el energético. A través de estos cambios te conectas con un nivel superior.
Por otra parte, es necesario conocer que esta transformación pasa por una serie de etapas, de manera similar al desarrollo que experimenta un bebé desde el momento de su nacimiento.
En este sentido, el proceso por regla general se pone en marcha en momentos de una profunda crisis o algún momento conflictivo, en un deseo por encontrar las causas, el significado y el propósito.
En muchas ocasiones, se busca ayuda profesional como una manera de sobrellevar la causa que ocasiona la crisis y a partir de esta ayuda, el proceso natural encamina la búsqueda interna.
En otros casos, no requiere la aparición de un conflicto más bien, inicia a partir de un deseo de conocernos más y responder interrogantes tales como ¿Quién soy en realidad?, y ¿Cómo encuentro mi propósito?, entre otras preguntas.
La búsqueda de respuestas a estas dudas lleva a un viaje de autoconocimiento interior, que pasa por varias etapas.
Fases del camino de transformación personal
Limpiar y reprogramar
En primer lugar, es indispensable desintoxicar la mente de juicios y condiciones limitantes, que llevan consigo profundas cargas emocionales que nos mantienen agotados y reactivos.
Nuestro subconsciente está cargado de informaciones negativas programadas que arrastramos desde la infancia y que nos restan energía, limitando nuestro avance.
Es preciso buscar estrategias que ayuden a reprogramarnos y a desarrollar habilidades emocionales que integren sabiduría e información de nuestras emociones.
Herramientas como terapias que te lleven a la reconciliación como son las Constelaciones familiares, procesos de coaching y programación neurolingüística resultan de gran ayuda en esta fase, como una invaluable ayuda, en autoconocimiento y evolución.
Trabajo de sombra
Terminada la primera fase, se desprograman conceptos arraigados, creencias limitantes y paradigmas obsoletos. Se liberan emociones bloqueadas y se puede pasar una etapa de sanación más profunda.
Se trata de abordar esas sombras que suelen aparecer en forma de patrones subconscientes, guardados desde la infancia, así como conflictos y situaciones que se repiten en la vida.
Esos hilos invisibles que dirigen la vida adulta, es necesario aceptarlos e integrarlos para lograr transformarlos en poder personal.
Este trabajo requiere mirarnos hacia dentro para poder afrontar las heridas y reconstruirnos para lograr crear nuevas estructuras en la vida.
Atrevernos a resolver este dolor que arrastramos, es el que va a lograr que salgamos del estado de víctima y deslastrarnos de los modelos aprendidos.
En esta fase es indispensable conectarnos con nuestras historias, sanando la herida materna y la de la niña/o interior en un proceso de perdón y transmutación liberadora.
Conexión con el yo superior
Comienza en esta etapa la conexión con la esencia, el yo superior en el estado natural más puro.
Llegar a esta fase solo es posible cuando te liberas de todos los lastres que vienes arrastrando y comienzas a alinearte y llevar tu vida a su máximo potencial.
Sin embargo, esto sólo es posible si desarrollas al máximo tu espiritualidad y te mantienes en una vibración elevada.
Solo desde esa conciencia de quién eres en realidad es que puedes llegar a ser libre y te puedes enfocar en crear lo que deseas.
Conectarte con tu yo superior es un avance que se ve más fácil al superar las dos primeras fases. Se trata de conectar con la esencia, utilizando herramientas como la gratitud y el amor.
Dentro de las habilidades que sirven de ayuda en esta etapa encontramos la práctica meditativa, la respiración consciente y la aromaterapia, entre otras.
Al lograr esta profunda conexión, el propósito de vida y la misión se revelan y puedes comenzar a sentirte libre. No necesitas demostrar cuánto vales ni requiere de una validación externa.
Alineación espiritual
Esta última fase lleva al objetivo que se persigue en un viaje de transformación. Se alcanza el objetivo de la alineación perfecta, con uno mismo y el universo.
Al lograr esta etapa se puede observar el mejor panorama desde una sensación de paz, en la que eres capaz de escucharte y autosanarte. Comienzas a conectarte desde el corazón con la energía del colectivo.
Vives de manera consciente y en una conexión interna donde ves llegar nuevas oportunidades, con experiencias que aporten cambios positivos.
La expansión de la conciencia se incrementa y comienzas a entender las cosas que suceden en la vida y al final entendemos que el amor es el principio elemental del universo.
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